El caos como estrategia, al más puro estilo de la banda
Helldivers 2 es ese tipo de juego que no se anda con rodeos: entras con tus compas, te lanzas en bola al desmadre y rezas para que al menos uno salga vivo. Este shooter táctico cooperativo no solo apuesta por la acción frenética, sino también por el cotorreo y la coordinación entre carnales. Cada misión es una carnicería llena de errores, explosiones y momentos que te hacen gritar “¡no mames!” entre risas y corajes.
Jugabilidad para jugar entre compas, sí o sí
Aquí no hay de otra: lo juegas con tus cuates o te atienes a morir solito. Todo depende del trabajo en equipo. Desde que eliges el equipamiento hasta que armas la estrategia de aterrizaje, cada paso cuenta. El fuego amigo está activado por defecto, así que más te vale apuntar bien, porque un mal disparo puede mandar al otro directo al panteón. Las misiones son tan variadas como las garnachas del mercado, y la dificultad sube como la renta en la Roma: sin aviso y bien rudo.
Visuales con estilo y humor bien mexicano (aunque no lo quieran admitir)
Gráficamente cumple sin fallas. Las explosiones están chulas, los monstruos alienígenas dan miedo y los entornos siempre te tienen con el Jesús en la boca. Pero lo que realmente se rifa es el tono: propaganda militar exagerada, humor ácido tipo “Starship Troopers” y diálogos que parecen sacados de un comercial de la Sedena en versión satírica. Tiene ese toque de burla que aquí en México entendemos bien, como cuando escuchas al jefe decir “todo está bajo control” y sabes que todo está por explotar.
Progresión sabrosa, sin payasadas
Subir de nivel, desbloquear armas, personalizar tu mono… todo eso fluye chido. No tienes que meter lana para ser bueno, ni andar haciendo milagros para conseguir mejoras. Aquí se premia la habilidad y la buena coordinación con el escuadrón. Cada partida te deja con ganas de otra, y eso, en un mar de juegos repetitivos, ya dice mucho.
Conclusión: Un juegazo para el desmadre organizado
Si tienes con quién jugarlo (y ojalá sea con el crew de siempre), Helldivers 2 es de lo más divertido que puedes probar este año. Es caótico, brutal y sobre todo, una gozada de esas que se disfrutan más con unas chelas virtuales y el micro abierto. Un juego que no se toma tan en serio, pero que te atrapa de volada. Para echar la reta, este está al puro tiro.
