Han pasado diez añotes desde que The Witcher 3: Wild Hunt se lanzó al mundo, y aunque el tiempo ha sido despiadado con muchos juegos, este sigue resistiendo como un brujo en modo pesadilla. Si nunca lo has jugado, aquí te decimos por qué deberías dejar de hacerte el difícil y caerle de una vez por todas a esta joya RPG.
Una historia que te deja diciendo “¿qué acabo de vivir?”
Primero lo primero: la historia. Y no estamos hablando de un guion cualquiera. Aquí estamos frente a una narrativa digna de cualquier serie épica con personajes memorables, diálogos que de verdad importan y decisiones que no solo cambian el rumbo del juego… también te hacen cuestionar tu moral, tu infancia y hasta tu relación con el SAT.
Desde el inicio, sigues los pasos de Geralt de Rivia, el brujo más badass y estoico de todos los tiempos, mientras busca a su hija adoptiva Ciri, que por cierto, es una crack con la espada y con más presencia que muchos protagonistas de juegos modernos. Pero eso no es todo: las misiones secundarias no son puro relleno —aquí te contamos una historia paralela como la del Barón Sanguinario que te deja más afectado que tu última ruptura amorosa—.
Y si aún no te convence, dale chance a la expansión Blood and Wine, que mete vampiros, drama y uno de los mejores finales que verás en un videojuego. Así de cabrón está.

¿Sexo en un unicornio? Sí, y es legal en este universo.
Y bueno, no podemos no hablar de lo que todos pensamos cuando se menciona The Witcher: las relaciones con hechiceras. Triss, Yennefer, Keira Metz… cada una con su personalidad y su historia. Si eres fan de lo romántico o simplemente te gusta “coleccionar logros”, vas a disfrutar cómo este juego trata las relaciones con una mezcla de tensión, picardía y momentos WTF como el famoso delicioso arriba de un unicornio.
Jugabilidad con esteroides (y pociones).
A diferencia de otros RPGs donde presionas un botón y ganas, en The Witcher 3 hay estrategia: pociones, señales mágicas, aceites para la espada, armaduras personalizadas y una dificultad que se siente justa pero castrosa si no estás preparado. ¿Quieres jugar en fácil? Adelante, pero el modo Death March es donde verdaderamente brilla el sistema de combate.
¿Es perfecto? No del todo. Hay quien dice que el control se siente torpe o que la pelea no es tan fluida como debería. Puede ser. Pero una vez que dominas a Geralt, te sentirás como coreografiando una pelea de GOT con espadas y explosiones mágicas.

Gráficos que aguantan el paso del tiempo.
Que no te engañe la fecha de salida. The Witcher 3 se sigue viendo guapo, especialmente si lo juegas en PC. Claro, el port para Nintendo Switch no es ninguna maravilla visual, pero cumple, y la posibilidad de tener a Geralt en el transporte público es impagable.
Y si lo estás jugando en una buena compu… prepárate para paisajes de postal, monstruos de pesadilla y armaduras que te hacen ver como una leyenda en cada paso.
Banda sonora y ambientación: 10/10.
De verdad, qué buena está la música. Cada región tiene su tono, sus instrumentos y su estilo. No es solo fondo sonoro; es parte del alma del juego. Cuando estás vagando por Velen, matando espectros y escuchando de fondo esos coros eslavos, sabes que estás metido hasta el fondo.
¿Gwynt? Más opciones para no dejar el juego.
Como buen juego polaco, The Witcher 3 incluye Gwynt, un minijuego de cartas que muchos aman tanto que casi se olvidan de matar monstruos. Incluso hay gente que se clava tanto que CD Projekt le dedicó un juego aparte. Si quieres una pausa entre tanto drama, date unas partidas y verás que no todo en este mundo es muerte y destrucción. A veces, es ganar un torneo de cartas en un bar cochino.

Lo malo… sí, algo tenía que haber.
Aunque son pocas las quejas, el sistema de inventario sí es un dolor en el joystick, especialmente en consolas. Administrar aceites, armas y chunches es menos divertido que buscar tus llaves en la vida real. También hay momentos en los que el mapa puede sentirse saturado con íconos, y el ritmo puede caer si no sabes a dónde ir.
Y bueno… está el elefante en la habitación: CD Projekt ha tenido altibajos desde entonces (cof cof Cyberpunk), pero The Witcher 3 sigue siendo su carta más fuerte.
Conclusión: Si no lo has jugado, neta ¿a qué estás esperando?
The Witcher 3 no solo es uno de los mejores RPG de la década… probablemente es uno de los mejores juegos de todos los tiempos. Tiene todo: historia, personajes, decisiones importantes, peleas épicas, cartas, escenas candentes y momentos que no vas a olvidar.
Geralt te espera con su voz rasposa y su cara de “ya me quiero jubilar”. Tú solo tienes que dar el primer paso.
NOTA FINAL: 9.7/10
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